¿Qué es la gracia de Dios y porque no somos merecedores de ella?
¿Cómo es posible que el rey del universo decida poner su mirada en mí, a pesar de mis errores? Esta es una pregunta muy común entre quienes recién conocen la gracia de Dios, y es que pensar que alguien es capaz de amarnos incondicionalmente es realmente increíble.
Por otro lado, esta palabra suele confundirse con él “amor” de Dios o su misericordia , pero, realmente, ¿Qué es la gracia de Dios? Y ¿Por qué no somos merecedores de ella? El descubrir el verdadero significado de la gracia, te hará entender todo lo que el creador está dispuesto a hacer por ti y porque es tan increíble como para sentirnos indignos de su gracia.
¿A qué llama la biblia gracia?
Definido en el antiguo testamento como “Hen” en el idioma hebreo, y en el nuevo testamento como “Charis” según el idioma griego, estas palabras se traducen a “favor” o “bondad”, en especial si ha sido entregada, aunque no la merezcamos.
En las escrituras, la gracia es uno de los temas más constantes, y hoy en día puede mostrarse de 2 maneras; la primera es la muestra de bondad que algunas personas pueden tener hacia otras, sin embargo, a la hora de referirse a la bondad de Dios, esta palabra toma un poder increíble, quiere decir que a pesar de que somos tan imperfectos y pecadores, El señor escoge bendecirnos en lugar de maldecirnos
En pocas palabras, podría decirse que el Señor decide darnos de sus bendiciones a pesar de que no seamos ni un poco merecedores de ellas.
Efesios 2:8 dice, «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros»
En este versículo podemos entender que aunque ciertamente estábamos perdidos por nuestros pecados, al creer en Dios recibimos de su gracia; pero OJO, el que la recibamos no quiere decir que la hemos ganado por nuestras fuerzas, sino que Dios ha decidido dárnosla a pesar de no merecerla. Eso es lo que realmente podemos definir como “la gracia de Dios.”
El verdadero “Regalo inmerecido”
La primera muestra de gracia la encontramos en los primeros capítulos de la biblia; Cuando Adán y Eva pecaron, (Génesis 3:21) Dios decidió sacrificar una de sus primeras creaciones para cubrir su vergüenza y fue en ese momento en el que Dios dio de su gracia a quienes no la merecían. Él pudo haberlos matado, pero, en cambio, decidió perdonarlos para mantener una comunicación con ellos.
Más adelante, su gracia continúa manifestándose hasta el punto en que permitió que los humanos sacrificaran animales como una muestra de arrepentimiento hacia él, sin embargo, no fue la sangre la que los perdonaba, sino la gracia que era entregada a todos los que en él confiaban. (Hebreos 10:4; Génesis 15:6) y así fue permaneciendo hasta el día de hoy, donde aunque no todos la experimentamos, sigue siendo tan real como hace miles de años.
Diferencia entre misericordia y gracia
Una de las palabras que más se cofunde con la gracia de Dios es “Misericordia” y aunque puede que tengan cierta relación, existe una diferencia increíble, la cual nos demuestra que son muy pocos los que alcanzan la gracia de Dios, y muchos los que experimentan la misericordia por cortos momentos; pero sin importar que tan imperfectos seamos, Dios decide darnos más de ella.
Al hablar de misericordia nos referimos a la compasión que se puede sentir por alguien en medio de su miseria o desesperación, lo que mueve al Señor a ayudarnos en esa situación en específico; un buen ejemplo podemos encontrar en (Ex. 2:23-25) cuando el pueblo de Israel gimió con desesperación por la ayuda de Dios y él les mostró su misericordia.
Por otro lado, cuando hablamos de gracia, hacemos referencia a un don inmerecido de parte de Dios hacia el hombre que le permite salir del pecado y vivir una vida de acuerdo a las leyes del Padre.
La misericordia no garantiza que un hombre pueda vivir una vida santa, pero la gracia es la que nos da el poder para lograrlo; La misericordia es para los necesitados, quienes las alcanzan con sus fuerzas; Pero la gracia, es un regalo inmerecido para lograr vivir una vida que agrade a Dios.
¿Como alcanzar la gracia del Señor?
Quisiéramos idear una fórmula o estrategia para lograr la gracia de Dios, pero eso solo sería una pérdida de tiempo, si somos sinceros no existe forma alguna de alcanzar la gracia de Dios por nuestras fuerzas y las escrituras nos señalan algo interesante con respecto a este tema y es que «nuestra justicia es como un trapo sucio» (Is 64,6).
Por esto es que en efesios se nos explica que la gracia de Dios es un don y que solo se recibe por nuestra fe en Él.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Ef 2:8-9).
No podemos decirte que hacer para alcanzar la gracia de Dios, pero si de verdad deseas agradarle, sabemos que la humildad y la fe son una de las cosas que más le agradan, y no son nuestras palabras, sino que fue el quién lo dijo en Hebreos 11:6
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le haya, y que es galardonador de los que le buscan”
La mayoría de personas que alcanzaron la gracia de Dios, fueron hombres y mujeres que decidieron agradarle y vivir una vida en comunión con él, así que, si ellos pudieron recibirla, no hay porque creer que nosotros no podemos recibirla también.
No olvides: No merecemos ni un poco de su gracia y es su decisión a quien dársela, pero aun así, podemos vivir una vida considerando que el dueño de todo ha decidido llamarnos sus hijos y amarnos para siempre.
