Gracias, Padre amado, por el crecimiento de nuestro hijo. Es lindo verlo tan grande y desarrollado como ser humano. Gracias por tu gran amor por él. Te alabo por tu obra en su vida y tu protección sobre él hasta el día de hoy.
Señor, tú conoces sus luchas. Ayúdale a entender su necesidad de abrirte su corazón completamente y recibirte como su Salvador. Te ruego que me ayudes a seguir siendo de inspiración para que él se encamine por el camino de la obediencia a ti.
Dios santo, ayuda a mi hijo a tener una buena estima propia. Que él aprenda a fijarse metas claras y alcanzables, que vea sus puntos fuertes y también sus limitaciones. Que pueda verse como tú lo ves, completo, precioso, con un enorme potencial para ayudar a otras personas y para hacer de este mundo uno mejor.
Te ruego que él aprenda a rechazar con firmeza y respeto los comentarios mal intencionados. Que él no caiga en la tentación de denigrar, atacar u ofender a los que le hablan mal, sino que sea un agente de amor y respeto que bendice a los demás con sus palabras, sus acciones y su presencia.
Por favor, protégelo de todo mal. Que tus ángeles lo guarden en todo momento de gente mal intencionada y de situaciones peligrosas.
Padre, ¡son tantas las tentaciones que lo rodean! Dale sabiduría y discernimiento para entender lo que viene de ti y lo que no. Ayúdale a tener convicciones firmes para que pueda rechazar todo lo que lo separa de ti y de tu propósito para su vida.
Padre querido, trae buenos amigos a su vida, otros jóvenes que tengan valores bíblicos y que busquen hacer tu voluntad. Apártalo de las malas influencias, de aquellos que están guiados por el mal y que no tienen temor de ti.
También oro por su futura esposa. Que ella también esté enfocada en ti y en tu voluntad para su vida. Que ambos crezcan en su amor por ti y puedan escuchar claramente tu dirección en el área romántica. Ayúdalos a valorar la pureza física, emocional y espiritual para que su futura vida juntos no esté marcada por los malos recuerdos o las experiencias negativas.
Señor, dale mucha sabiduría a nuestro hijo y ayúdalo a tomar las decisiones correctas en todas las áreas de su vida. Que él busque en tu Palabra y en oración las claves para conocer tu voluntad y para saber qué hacer en medio de cada situación. Guíalo en sus estudios, que sepa usar su inteligencia y sus dones para ser un ciudadano productivo que coopera por el bienestar de nuestro país.
En tus manos está y ese es el mejor lugar donde jamás podrá estar. Amén.