Amado Padre Celestial hoy me cobijo bajo tu manto Santo.
Vengo delante de tu presencia a implorar tu favor y tus cuidados.
Mira los peligros que están a mi alrededor: me agobian, me desesperan, siento desfallecer ante la angustia y la desesperación. Necesito de tu protección.
Me siento perseguido por un devorador que quiere hacer de mí su presa, ¡No lo permitas Señor!
Confío en Ti, confío en que tu amor me cuida y me protege.
Coloca ángeles a mi alrededor para que mi pie no tropiece y sea víctima del opresor.
Tú dices en tu palabra que tus ángeles estarán cerca de mí y me cuidarán, yo lo creo en esta hora. Gracias por tu diaria protección Señor.
Amén