Señor, hoy te doy gracias por mi cuerpo, por el agua que tomo, por los alimentos, por la ropa que me viste y por todo lo que Tú me das.
Gracias por mis seres queridos, por mis amigos, mis vecinos, mis compañeros de trabajo, y también gracias por mis enemigos; te pido que a ellos les enseñes que el perdón es un acto de amor para uno mismo.
Gracias Dios por todas las cosas maravillosas que llegan a mi vida, gracias a Ti porque Tú todo lo puedes, gracias por despojar de la desesperanza y las tristezas, sanándome desde lo más profundo de mi alma.
Gracias también por proteger a las personas que amo y caminar con ellas, llevándolas por sendas de amor y bienestar.
Amado Dios, te doy las gracias por este día y te agradezco a cada instante porque eres un Dios lleno de amor, gracia, e infinita bondad. Por favor mantenme siempre seguro, aléjame de todo peligro, líbrame de todo mal, protégeme de los enemigos y de las tentaciones, pues yo estoy dispuesto a dar todo de mí para poder ser útil a Ti y a tu obra. Señor, Tú siempre estarás en mi vida y mi corazón.
Permíteme estar alerta ante todo mal que se me presente y enséñame a escucharte siempre, pues tus sabios consejos son el norte que mi vida necesita.
Y así cómo por tantos años me has colmado de bendiciones, espero poder seguir contando con tu presencia divina.
Mi vida es para honrarte a Ti Señor. Concédeme la dicha de servirte y seguir dando testimonio de tu bondad al mundo. Esta es mi oración de agradecimiento, y aunque nace desde lo más profundo de mi corazón, las palabras no bastan para demostrarte mi amor y mi fidelidad, Amén.