En la actualidad es muy común ver a muchas personas sentir miedo ante cualquier situación. El miedo es una emoción normal que puede sentir el ser humano para defenderse o alertarse de algo. Se convierte en un gran enemigo cuando nos impide hacer las tareas del día a día. Un cristiano no debe sentir miedo jamás porque Dios nos no ha dado espíritu de cobardía. No obstante hay cristianos que están batallando con este enemigo.
En la Palabra del Señor podemos encontrar maravillosos textos, promesas y palabras de aliento que nos ayudan a hacer frente ante las situaciones que pudiesen generar miedo, muchas de ellas las podemos en encontrar en el libro de los Salmos capítulo 56, versículo 3:
«En el día que temo,
Yo en ti confío.»
El salmista sabía en quién estaba su confianza y a quién debía acudir en momentos de dificultad. Él sabía que al momento de clamar el Señor le haría libre de todo temor y le daría paz
